Hasta este 12 de junio, nunca se habían reunido los líderes de estos dos países tras 70 años de tensiones, sin mantener una reunión y diálogo cordial entre Estados Unidos y Corea del Norte.

Trump y Kim Jong-un cumplen así el objetivo de abrir una nueva vía y es que el presidente de EEUU se anota una victoria en Política Exterior, mientras el líder de Corea del Norte logra proyección internacional.

Los críticos echan en falta una hoja de ruta con los compromisos acordados: la desnuclearización por parte de Corea del Norte y la eliminación de las maniobras militares con Seúl.