El forense del Hospital Policlínico, Miguel Manrique, atraviesa uno de los peores momentos de su vida debido a la muerte de Isabel Freire, con quien mantenía una relación sentimental extramatrimonial, y el tenso enfrentamiento con el que era su marido, Enrique. ¿Logrará el doctor ocultar el fatídico incidente entre ambos cuando la clínica se encuentra hasta arriba de policías?

Mientras tanto, Víctor se repone de la agresión sufrida a manos del asesino al que buscan. La presión para encontrar a Catherine Le Monnier es cada vez mayor y la policía continúa sin encontrar ninguna prueba fiable sobre la identidad del culpable. ¿Ninguna? No hay mal que por bien no venga y, gracias a la agresión hacia Víctor, ahora conocen la sustancia con la que aletarga a sus víctimas.

Sin embargo, el ataque tuvo otra consecuencia no tan positiva para el equipo de policías. El móvil de Víctor ha desaparecido y, si alguien lo encuentra, podría conocer la verdadera identidad del policía y encontrar información comprometida para la investigación. ¿Quién lo tendrá? ¿Podrán encontrarlo a tiempo?

La policía francesa interroga a Natalia, que inmediatamente acude a Daniel Legarra preocupada por lo que la policía sabe: que están desapareciendo botes de escopolamina del hospital, la misma droga que utilizó el asesino para dormir a sus víctimas. Ella está decidida a contarlo todo antes de que sea demasiado tarde, pero Daniel se niega a que así sea. ¿Qué tiene que ocultar? ¿Por qué está robando una sustancia tan tóxica de los armarios del hospital? ¿Tendrá Daniel alguna relación con las mujeres desaparecidas?