"Resulta curioso ver a un italiano llevando el barco de 'Open Arms' poco tiempo después de que tuviera problemas con las autoridades italianas", le decía Jordi Évole al joven capitán del barco, que con 29 años reconoce que "se dio cuenta de la estafa" y que él lleva diez años navegando.

"En el último año y medio he aprendido muchísimo, sobre todo del rescate, porque hacemos cosas que no se hacen y hemos desarrollado un sistema de rescate masivo y es gracias a gente común, a voluntarios que son el 80% de la tripulación", reconoce el capitán, contento con su labor.

"Europa ha abandonado un poco sus principios fundacionales. Las políticas, sobre todo en el último semestre del 2017 son cada vez más restrictivas al acceso y a la protección internacional a los refugiados", se queja Paloma Favieres, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.