EEUU es una olla a presión de violencia racial y el presidente del país, Donald Trump, amenaza con desplegar el Ejército para aplastar las protestas.

Se autoproclama presidente de la Ley y el orden: "si el estado o la ciudad se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de los residentes, desplegaré al ejército de EEUU y arreglaré el problema por ellos".

Trump tacha de "panda de inútiles" a los gobernadores si les pasan por encima en estas protestas, que comenzaron hace una semana por el homicidio de George Floyd, asfixiado bajo la rodilla del agente Derek Chauvin.

Tras la sexta noche de disturbios las cifras empiezan a ser preocupantes, con al menos tres fallecidos en intercambio de disparos con la policía.

Arizona al completo se encuentra en estado de alarma y con toque de queda decretado desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana.

Miami, Atlanta, Chicago, Detroit, Nueva York o Los Ángeles son ciudades que se encuentran en una situación similar y sin precedentes hasta la fecha.