El Gobierno de Benjamín Netanyahu se plantea adoptar nuevas medidas para intentar frenar la nueva ola de infecciones en el país, como cerrar sinagogas y negocios no esenciales y limitar las manifestaciones.
Francia también impone nuevas restricciones para intentar contener la transmisión del virus. De esta forma, los bares en París cerrarán a las 22 horas y se prohíben las fiestas locales y de estudiantes, además de las reuniones de más de 1.000 personas.
En Bélgica, sin embargo, se relajan algunas medidas como el uso obligatorio de mascarilla y a partir del mes de octubre solo habrá que usarla en bares o lugares públicos muy concurridos, a pesar de tener más de 1.000 contagios diarios. Además, se reduce la cuarentena de 14 a siete días de aislamiento.