La lentitud y los retrasos de las farmacéuticas han hecho que Serbia esté negociando de manera unilateral con Israel, China y Rusia para intentar conseguir más dosis en esos mercados y llegar al objetivo de vacunación en el país.

Lo que ya vimos en el inicio de la pandemia con el material sanitario o las decisiones adoptadas está volviendo a suceder ahora con la campaña de inmunización y algunos países miembros se desmarcan de la estrategia común de la Unión Europea.

Cuando se firmaron los primeros contratos y se aseguró una cartera de de 2.500 dosis reservadas para el club comunitario nada hacía presagiar un escenario como el actual. El continente se está jugando la estrategia en la que ha confiado toda su recuperación.