Tres de cada cuatro italianos dan hoy un paso hacia la normalidad y desde el lunes, 26 de abril, 15 de las 24 regiones y provincias autónomas pasan de la zona roja a la amarilla, lo que supone una relajación de las restricciones.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, asegura que se trata de un riesgo calculado y los expertos afirman que si continúa la mejoría podría haber nuevas aperturas desde el 15 de mayo.

El problema sin resolver es el de la incineración de los cadáveres, miles de ataúdes están almacenados a la espera de la cremación y crece la indignación de las familias, tal y como ha informado el corresponsal de Antena 3 Noticias en el país, Antonio Pelayo.