La OMS considera que las personas que superen la enfermedad deben permanecer aislados durante los siguientes 15 días tras su recuperación porque "aún pueden contagiar a otros después de que dejen de sentirse mal" y, por ello, recomienda que las medidas deben prolongarse dos semanas más.
Tedros ha recordado datos importantes, como la escalada de casos en China y la certeza de que el COVID-19 puede contagiarse de una persona que no presente síntomas a otras. El "aislamiento social" es, por tanto, una medida de prevención.
A pesar de la recomendación de realizar pruebas a todos aquellos que presenten síntomas, en España se realizan únicamente a las personas que padecen una infección respiratoria aguda o que precisen de ingreso hospitalario y a los sanitarios con afección respiratoria aguda.