Los agentes han detenido al atacante, que ha salido esposado, sin camisa, descalzo y ensangrentado del supermercado ubicado en Boulder, a poco más de 30 minutos de Denver.

Los testigos han relatado cómo se pusieron a salvo tras escuchar los disparos, que han acabado con la vida de al menos diez personas, incluido un policía desplazado al lugar en el que se ha producido la matanza.

"Disparó hacia nosotros, pudimos sentirlo y seguimos, simplemente corrimos y había alguien tirado en el suelo", ha contado entre lágrimas Sarah, una de las testigos de lo ocurrido.