"Hay estudios y ensayos en los que hemos visto como estas vacunas pueden mejorar la inmunidad", asegura Resano, que se vacunó contra la gripe estacional cuando el coronavirus llegó a España.

El grupo de expertos estudia que los efectos secundarios de la enfermedad sean menores y trabajan "en un pool de bacterias con capacidad inmunoestimuladora".

Esta no sería una solución definitiva ni mucho menos, ya que el objetivo principal es encontrar la vacuna contra el COVID-19, pero permitiría llegar antes a grupos de riesgos.

Están a la espera de la autorización de la Agencia Nacional del Medicamento y creen que "si tenemos nuestras células entrenadas, la respuesta frente al virus será mejor".