Italia estudia endurecer las restricciones, Países Bajos vuelve al confinamiento y en Reino Unido las autoridades han decretado el nivel máximo de alerta en algunas regiones del país, entre las que está su capital, Londres.

La hostelería echa el cierre en la capital británica desde el 16 de diciembre y los encuentros con personas de diferentes hogares, con un máximo de seis, solo se permitirán en el exterior.

Giuseppe Conte, primer ministro italiano, quiere que el país al completo se convierta en zona roja tras observar con preocupación las aglomeraciones en las principales ciudades del fin de semana.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, anunciaba el lunes, 14 de diciembre, el cierre de colegios, guarderías, gimnasios, museos y, en definitiva, el cese de todas las actividades no esenciales hasta el próximo 19 de enero.

En Alemania las restricciones no han sido suficientes y la situación es "realmente grave", tal y como ha alertado su presidente, Frank-Walter Steinmeier, que se suma al discurso de concienciación de la canciller alemana, Angela Merkel.