Este proyecto da el pistoletazo de salida a la temporada turística y pretende reactivar el turismo en las Islas Baleares, que tienen en este sector su principal fuente de ingresos.

Los primeros turistas no tendrán que cumplir una cuarentena, pero el Gobierno tiene preparado un protocolo para evitar un rebrote en las islas.

En caso de que alguno de ellos presente síntomas o su temperatura sea superior a los 37 grados se les aislaría en apartamentos habilitados para ello.

A su llegada al hotel han sido recibidos con aplausos y este mes llegarán un total de 10.900 turistas. "Nos sentimos seguros", han dicho a su llegada al aeropuerto.