La capital francesa ha pasado a ser zona de alerta máxima después de superar los umbrales de incidencia de contagios (250 contagios por cada 100.000 habitantes) y ocupación de las unidades de cuidados intensivos por pacientes de Covid-19.

Entre las nuevas restricciones que entran en vigor con una duración de 15 días hasta que se haga una revisión de la situación estaría el cierre de bares y cafeterías. Los restaurantes pueden continuar abiertos con un protocolo sanitario más estricto.

Todavía se desconocen cuál será ese nuevo protocolo, aunque se prevé que solo podrán abrir al 50% de su capacidad. Por el momento, no se prevén restricciones a la movilidad.