El detenido por el tiroteo en un tranvía de Utrecht, en Holanda, ya estaba fichado por pertenencia a la organización terrorista Daesh y también por robo y agresión sexual.

Tras matar a tres personas y herir a otras cinco en el vagón, huía en un coche robado y la Policía le ha encontrado en un bloque de apartamentos en el que se había escondido.

Una foto en las redes sociales del autor llamaba a la colaboración ciudadana, esencial. La investigación se centra ahora en la naturaleza del crimen, en un día de luto y vuelta a la normalidad en Holanda.