El policía corrió a socorrer a la víctima al escuchar los gritos y llantos de desconsuelo de su madre y no dudó en hacer todo lo posible por salvarle la vida.

La bebé no podía respirar y el agente supo tener templanza en contraste con la tensión incontrolable de una madre, desesperada porque su hija volviera a respirar.

Tras poner en práctica varias maniobras de reanimación, le salvó la vida y volvió a respirar, lo que ya le ha convertido en un héroe.