A Quique Peinado le hubiera gustado jugar al baloncesto pero al baloncesto no le gustó Quique Peinado, así que decidió vengarse y se hizo periodista deportivo. Después de trabajar en programas relacionados con el baloncesto decidió trabajar en solitario comentando el deporte a su gusto alejado de ciertos convencionalismos. Ya ha publicado un libro: ‘Futbolistas de izquierdas’ y colabora en varias revistas no deportivas como ‘Esquire’, ‘Rolling Stones’ y ‘Forbes’ y, hablando de deporte y de baloncesto, en la especializada ‘Gigantes’.

En medio de todo esto se topó con Twitter, donde está próximo a alcanzar la categoría de ‘tuitstar’. En la red social comenta todo lo comentable y la televisión es uno de sus objetivos, sobre todo, fenómenos extraños que requieren un análisis más profundo.