Hace 10 años, se produjo un terremoto de magnitud 9,1 a 371 kilómetros del noroeste de Tokio y posteriormente llegó el tsunami. Las vidas de muchos japoneses, como Yasuo, quedaron marcadas para siempre y una década después continúa buscando el cuerpo de su mujer buceando.

Para él es como ir a verla y así se siente más cerda de ella y con 56 años aprendió a bucear con el objetivo de traer de vuelta a Yuko, porque en el último mensaje que le envió le decía que quería volver a casa.

Después de más de 500 inmersiones asegura que continúan encontrando ropa y objetos y por eso es importante no rendirse. Su mujer trabajaba en un banco y fue evacuada hasta el tejado de la sucursal, pero el agua de las olas se lo llevó.