El avión procedía de la ciudad turca de Esmirna y al aterrizar en el aeropuerto Sabiha Gökcen de Estambul, se ha salido de la pista al incendiarse una de sus alas, lo que ha provocado que el avión se rompiera en tres partes.

El impactante accidente se podría haber producido por el fuerte temporal y la causa de la ruptura se ha debido a la brutalidad del choque. Los equipos de emergencia no han dejado de trabajar durante toda la madrugada en la zona del siniestro.

La complicada maniobra en mitad de una fuerte lluvia ha provocado que el avión derrape durante casi 60 metros antes de caer por un terraplén. En la nave viajaban 183 personas y algunos de los pasajeros han abandonado el avión por una de sus alas.