Decenas de jóvenes han tomado Beirut y han cambiado las pancartas de las manifestaciones por las medidas de gestión de la pandemia del coronavirus por cepillos y cubos para trabajar unidos y ayudar en las labores de búsqueda y reconstrucción.

Hay más de un centenar de desaparecidos y los equipos de rescate trabajan para encontrarlos entre los escombros. Los beirutíes necesitan apoyo internacional y dinero para paliar los efectos de la tragedia, una ayuda que están recibiendo de varios países y organizaciones.

El presidente francés, Emmanuel Macron, es el primer líder internacional en viajar al lugar y se ha ofrecido para gestionar la ayuda internacional. Pide una investigación independiente del siniestro y los ciudadanos de la capital libanesa le han recibido como un salvador.