La pandemia del coronavirus ha llegado a Venezuela en medio de una "tormenta perfecta" de desplome de los precios de petróleo y crudo.

Cientos de ciudadanos acuden de forma masiva a los centros de abastecimiento en los que pasan muchas horas para intentar cargar gasolina en sus vehículos.

Las filas kilométricas se convierten en un escenario de contagio por la aglomeración de personas que necesitan utilizar sus carros para acudir a los hospitales o transportar enfermos y materiales sanitarios.