El nuevo libro revela que Melania es más influyente de lo que se cree y no sería tal y como aparenta en sus apariciones públicas.

Había amor auténtico y también cálculo, porque tardaba seis meses en llegar a la Casa Blanca porque podría haber solicitado que su hijo Barron tuviera los mismos privilegios que el resto de herederos del presidente.

La biografía confirma que le gusta ser glamurosa y enigmática, pero también calculadora y firme y así lo demostró parando los pies a la hija de Trump, Ivanka.