"Es curioso y aterrador, pero no tenemos ninguna restricción, aunque estamos intentando movernos lo menos posible", asegura Rodrigo, que también cuenta como la situación "va cambiando mucho y en Jerusalén es distinto a lo que se ve en Gaza".

El lunes, 10 de mayo, escucharon las alarmas antiaéreas y tuvieron que cubrirse, "pero desde entonces no ha habido misiles. Lo que estamos viendo es mucha tensión entre civiles", relata el estudiante residente en Israel.

Los medios israelíes informan de forma diferente sobre esta escalada de violencia y "depende del medio y a quien le preguntes, pero hablan de que las tensiones se originaron en Jerusalén con todo el tema del Ramadán y los desahucios en el barrio de Sheikh Jarrah".