El programa de esta semana de Salvados inicia con la entrevista que Jordi Évole le realiza a Rob Van der Dussen, padre de Romano, en Holanda. Su hijo ha pasado cerca de trece años en diferentes prisiones españoles debido a que se le acusó de haber cometido tres agresiones sexuales en España. Sin embargo, tras pasar más de una década en la cárcel, una muestra de ADN le exculpó. Su padre relata que Romano tuvo una infancia y una adolescencia difíciles, que le llevaron incluso a pasar por el reformatorio. En 2003, viajó a España con el objetivo de rehacer su vida. Sin embargo, su destino se complicó.

Una vez en España, es detenido por la policía debido a una discusión con su pareja que le llevó a romper mobiliario urbano, lo que le generó antecedentes policiales. Lo peor llegó en agosto de aquel año, cuando la policía volvió a detenerle, esta vez bajo la acusación de haber cometido tres agresiones sexuales.

En esta primera entrevista a una televisión española, Romano Van der Dussen confiesa a Jordi Évole sus impresiones sobre el proceso, sus propias vivencias, las irregularidades que encontró en el proceso y reivindicar, ya fuera de la cárcel, su inocencia. A lo largo de la conversación con el periodista, en la que se producen momentos de tensión, el holandés cuenta cómo se produjo su detención, califica de "teatro" el juicio al que fue sometido y relata cómo vivió su estancia en prisión.

Tres años después, en 2006, la Interpol puso en conocimiento de las autoridades competentes la existencia de una muestra de ADN que podía exculpar a Van der Dussen. Sin embargo, el caos judicial provocó que la muestra no fuese aceptada hasta nueve años después.