"Vamos a hacer un juego con el cerebro para que veáis que no está tan bien el cerebro como pensamos y que es muy sencillo engañar nuestra propia percepción. Básicamente, lo que recibimos de fuera es muy poquito y lo que interpretamos de todo es mucho", le ha introducido el presentador.

Con un panel de rombos tramposos, nos ha mostrado que al cambiar de fila un rombo, se ajusta el color en la escala de grises que tiene esa en la que lo hemos colocado. ¿Cómo es posible al tener tonos tan diferenciados a primera vista?

El cerebro completa la secuencia con los datos que tiene y parece imposible, pero es sencillo de explicar. El rombo itinerante tiene un degradado y todos los tonos que tienen las filas, por eso nuestro cerebro nos engaña y nos hace pensar que es del mismo color en cada nueva posición.