Poco se conoce de El Hombre de Negro, lo único seguro es que cuando se acerca con sus grandes pasos al plató sólo las hormigas Trancas y Barrancas se atreven a hablar de él. Según ellas, El Hombre de Negro es capaz de plancharse las camisas puestas, no le tiene miedo a nada ni a nadie y es capaz de acabar con todo lo que se interponga en su camino. Misterioso e inquietante, detrás del personaje se esconde Pablo Ibáñez, un apasionado de la acción y el riesgo.

Estudió Ciencias Empresariales y tras un largo periodo realizando labores de producción en empresas audiovisuales, en 2003 se pone delante de las cámaras del programa ‘El Hormiguero’. Desde entonces, El Hombre de Negro no falla a su cita diaria (de lunes a jueves) con millones de telespectadores a través de Antena 3.

En su sección, mezcla espectáculo y entretenimiento; lleva la ciencia al límite y de esta forma ha conseguido llevar al plató un mar de fuego, utilizando hojas de los árboles secas y un combustible especial; crear, brocha en mano, el cuadro de la película Sinsajo a lo grande, y en menos de dos minutos; atravesar un globo de cinco metros sin explotarlo, e imitar la sensación que se siente al pisar un suelo de hielo que se puede romper en cualquier momento. Para ello, ha subido un coche encima de 100 folios. Pero no lo hace solo, sino que cuenta con la inestimable ayuda de sus colaboradores científicos: Gaspar M. Fernández, Lucía García y Víctor Hevia.

Pese a los riesgos, El Hombre de Negro lo tiene todo bajo control, salvo la expectación que despierta su personaje,  que fomenta con su empeño de no sonreír nunca a la cámara.