El nuevo coronavirus se contagia por las vías respiratorias, al entrar en contacto con las partículas que se expulsan al toser, estornudar o hablar con poca distancia y por ello las mascarillas son un freno y una pantalla protectora.

Marron ha explicado con unas bandejas contenedoras de nitrógeno líquido a una temperatura de 196 grados bajo cero. Al toser o hablar fuerte sobre ellas, se forma una neblina que lo expande.

Sin embargo, cuando el colaborador repite la operación con la mascarilla quirúrgica cubriendo sus vías respiratorias, no hay prácticamente nada de movimiento.