AVENTURA EN JAPÓN

El primer día en Japón comenzó con un exótico desayuno típico del país en el que el humor fue protagonista. Los participantes tuvieron dificultades desde el primer momento. Ellos no estaban acostumbrados a sentarse sobre los talones y tuvieron que pedir un taburete. Además, tampoco eran expertos en comer con palillos y puede que alguno se quedara con hambre.

Sin duda, a la que menos le gustó la experiencia fue a María. Con su ya característico sentido del humor, preguntó qué había hecho para merecer eso, recordando las tostadas que come en España.

Pero el poco éxito del desayuno no evitó una divertida escena en la que, tanto ella como sus compañeros, dieron las gracias a la joven que les sirvió la comida con una reverencia, al estilo japonés.

BODA TRADICIONAL JAPONESA

Lo que sí gustó a todos fue la bonita boda japonesa que presenciaron en una de sus excursiones. A María Luisa le entusiasmó tanto que incluso se coló en algunas de las fotos nupciales. Lejos de enfadar a los novios, la feliz pareja terminó fotografiándose con todos los octogenarios, que no pararon de elogiar la belleza de la novia y de los trajes de boda.

A María Luisa le hizo mucha gracia la forma en la que acompañaban a la novia hacia el coche. "La llevan arropada, como si fuera un flan", comentó imitando el movimiento. A las tres mujeres también les extrañó que la novia llevara sandalias en lugar de tacones. Pero estaban tan decididas a aprender la cultura japonesa que incluso se atrevieron a imitar la forma en que la novia andaba.

CAFÉ MANGA

Para continuar con la aventura, Arturo Valls les llevó a un café manga. Allí quedaron sorprendidos con la belleza, la dulzura y la aguda voz de las camareras. A María le gustaron tanto los trajes que incluso pensó en llevar uno a sus nietas.

A través de los gestos, los aventureros se entendieron bastante bien con las camareras japonesas. Ellas les enseñaron algunas palabras en su idioma que debían repetir, formando un corazón con las manos. Parece que eran buenas profesoras, porque lo hicieron muy bien.

La estancia en el café terminó con una divertida actuación en la que todos disfrutaron bailando, dando palmas e intentando cantar en japonés. A María le gustó tanto que sacó su parte más emprendedora. Cree que en Fuengirola un bar como ese sería todo un éxito.

ESPECTÁCULO CON GEISHAS

Los participantes no podían viajar hasta el país nipón sin disfrutar de un espectáculo con las tradicionales geishas. Después de verlas cantar y bailar, las artistas jugaron a un 'piedra, papel o tijera' japonés con 'tigre, samurái o abuela'.

Francisco y María tuvieron buena suerte y fueron seleccionados para poder jugar. Aunque no terminaron de entender demasiado bien la mecánica, se lo pasaron en grande. Pero no fue la única buena noticia que recibió la octogenaria. Arturo Valls la acompañó hasta una peluquería y, a pesar de unas iniciales dudas, quedó encantada con el resultado. El peluquero incluso la comparó ¡con la Reina Isabel II!

ÚLTIMOS MOMENTOS EN JAPÓN

El presentador conocía muy bien el pasado aventurero de María, por lo que, ya bien peinada, la llevó a un parque de atracciones para que montara en una de las montañas rusas más rápidas del mundo. No obstante, a ella le entraron dudas en el último momento y fueron Paquita y Antonio los que cumplieron el sueño de su amiga.

Por si hubieran sido pocas emociones en un día, Arturo Valls les entregó mientras comían una tarjeta en la que venía escrito el nombre de su próximo destino ¡en japonés! Antonio no se lo pensó dos veces y, con gran valentía, logró entenderse con una camarera y comunicarle a sus compañeros que se iban a México.