México ha recibido con mucho cariño a los viajeros de 'Por el mundo a los 80'. Lindo y querido, este país era uno de los destinos más deseados por todos ellos. Por eso, lo primero que hicieron fue disfrutar de un recorrido cultural en autobús, aunque resultó algo accidentado. Por una parte, porque Antonio se terminó enfadando con María y Francisco porque no paraban de hablar y no le dejaban escuchar el audio del guía. Además, la gorra nueva de María salió volando y la mujer se entristeció pensando que la había perdido para siempre. Afortunadamente, un amable chico la recogió y se la acercó corriendo, en un gesto que ella agradeció emocionada.

Antonio volvió a ponerse de buen humor con rapidez cuando descubrió que Arturo Valls les llevaba a un restaurante de comida tradicional mexicana en el que, además, disfrutaron de un espectáculo con mariachis. Pero María Luisa empezaba a echar tanto de menos los platos españoles que cuando un camarero pronunció "típico mexicano" ella creyó que había dicho jamón serrano.

Terminaron el día jugando a "hacer toques" con un aparato que simulaba descargas eléctricas y que gustó a María Luisa, pero no a María; y bebiendo tequila. A Paquita el tequila le gustó tanto que, para sorpresa de todos, comenzó a hablar con acento mexicano.

EXTRAÑAS AVENTURAS DE SANTERÍA... Y SOBRE UN RING

Mucho más tranquilos, los aventureros dieron un paseo en barca que puso a prueba su capacidad de probar comida poco habitual: insectos. Antonio fue el primero en atreverse a probar los huevos de hormiga. Y, al ver a su compañero, Paquita se comió un gusano y un grillo. "Buenísimo, está sabroso y todo", reconoció.

Para bajar la comida, Arturo Valls les llevó al Mercado de Sonora. Allí se sorprendieron por la cantidad de estatuas relativas a la muerte. María Luisa se atrevió a que un hombre le hiciera 'una limpia'. Consistía en alejarle las malas energías. Aunque se asustó un poco porque por un momento pensó que iban a romperle un huevo encima, para ella la experiencia fue todo un éxito. Eso sí, salió despeinada y oliendo a humo. Lo que quedó claro es que sus amigas se divirtieron mucho viéndolo, incluso con ataque de risa.

No obstante, para emociones fuertes, quedaba la que iban a vivir en primera fila delante de un ring: un combate de lucha libre. Lo llamativo fue que, tras unos primeros momentos de desconcierto, apenas tardaron en dejarse envolver por la experiencia y el ambiente. Paquita incluso terminó dentro del cuadrilátero, y todos los viajeros pudieron conocer en el backstage a los luchadores enmascarados.

FRANCISCO CUMPLE SU SUEÑO DE SER ACTOR

Aún quedaba el plato fuerte de la visita a México para Francisco. Arturo Valls conocía su sueño frustrado: ser actor. Por eso, le sorprendió con una visita que le llevó al estrellato por un día. Francisco participó en un capítulo de la telenovela 'Un poquito tuyo', de Imagen Televisión. Interpretó a un personaje que llevaba su mismo nombre y que, en la ficción, era un representante de artistas junto a actores como Marjorie de Sousa o Jorge Salinas.

El hombre tuvo hasta camerino propio y lo hizo tan bien que emocionó a sus amigos. La naturalidad con la que actuó le habría hecho pasar por un profesional con años de experiencia.

Cuando el viaje a México ya llegaba a su fin, Arturo Valls reveló el siguiente destino, Chile. Antonio fue el que más se alegró de viajar a este país americano. ¿Le esperará alguna bonita sorpresa en su próximo destino?