Aunque no era su intención, la llamada de Anabel desde la cárcel de Yeserías pidiéndole que se olvidara de ella le ha hecho reflexionar sobre la injusticia de que personas inocentes pasen un calvario en prisión mientras algunas personas siguen campando a sus anchas.

"Necesitaba decirle a Beltrán que su hijo vino a la cárcel para decirme que había sido él el que mató a nuestra hija. Perdóname, Marcelino, porque sé que no lo apruebas pero no lo he podido evitar", le ha explicado a Marcelino.

Aunque sabe que lo que ha hecho es peligroso, él también lo habría hecho y no está enfadado, pero cree que después de esto tienen que tener más cuidado que nunca para evitar consecuencias indeseadas: "es un enemigo complicado, pero estoy a tu lado y que se prepare Martín-Cuesta".