El hallazgo de los restos de ADN de Juan Rueda sobre el cuerpo de Ainhoa lleva a la policía a detener al terrateniente por el asesinato de la joven. Esta vez, sí que tienen pruebas fehacientes de su culpabilidad. Sin embargo, Héctor necesita más tiempo para seguir investigando y así se lo solicita a la jueza. Entretanto, la mujer de Francisco logra hablar con el detective para confesarle la relación sentimental que su marido mantenía con Ainhoa, que le estaba ayudando para preparar una acusación contra Juan Rueda. Todo se complica.
Por otro lado, Juan le solicita a Agneska que busque en el jardín el lugar exacto en el que tiene enterrada una gran cantidad de dinero y que empiece a cavar en ese mismo punto. Cuando lo encuentra, Erik le propone que escapen juntos. Nadie podrá encontrarlos.
Lucas y Kaled no encuentran a Fara por ninguna parte. La chica parece haberse esfumado. Cuando empiezan a preguntarse por su paradero, Lucas recibe un mensaje suyo en el que le cuenta que se ha marchado y le pide que no la busque. ¿Podrá Lucas obedecer sus deseos? ¿Y Kaled? ¿Estará dispuesto a dejar marchar a su hermana?
En cuanto a Marta y su hijo Nacho, Héctor está seguro de que corren peligro. El Capitán le informa de que, de las llamadas que recibieron en su hogar desde Afganistán, había una que se había realizado desde Madrid.