En Marruecos ser gay está castigado con penas de cárcel y por eso Shafik no quería bajar su ventanilla al ser parado por la Policía el 1 de enero tras la fiesta de Nochevieja, porque iba vestido de mujer.
Los agentes no solo le detuvieron, sino que difundieron la identidad del detenido y le humillaron por las calles de la ciudad. Así se acaba su doble vida, ya que nadie de su familia o compañeros de trabajo estaba al corriente de su condición sexual.
La Policía asegura que la razón de la detención no ha sido esa y sí que Shafik se había dado a la fuga tras un control, pero él tiene claro que quiere solicitar un asilo en Europa para vivir con libertad.