La infancia de Jessica no fue fácil y es que nació en la cárcel porque su madre era presa en el mismo centro. Ahora, está orgullosa de estar a punto de terminar el graduado y de que su hija pequeña le enseñe inglés.

Cuando abordan la violencia machista, su respuesta es preocupante: "te cansas de denunciar". Así lo ve una de las reclusas del Centro Penitenciario de Mujeres de Barcelona.

"Cuando cuentan la historia de su vida, prácticamente todas han sufrido maltrato", relata una de las protagonistas, que cree que los políticos que le dan mucho bombo a las denuncias falsas "tienen miedo de las mujeres por su empoderamiento".