Rápidamente, cuando el temblor comenzó a sacudir el norte de Venezuela, los ciudadanos se apresuraron a salir a la calle y evitar los ascensores. Por miedo a réplicas fueron muchos los que se quedaron en las calles durante horas.

Aunque el temblor no haya destruido ningún edificio, la conocida Torre de David, edificio abandonado con 45 pisos de altura, ha sufrido una ligera desviación.