El concurso musical 'Lluvia de estrellas', que presentó Bertín Osborne en nuestro canal, supuso una auténtica revolución televisiva en este tipo de formatos. Los participantes debían elegir un cantante al que deseaban imitar y el equipo del programa se encargaba de la caracterización a través del vestuario, la peluquería y el maquillaje. El talento sobre el escenario dependía únicamente de cada concursante.