"Álvaro es una persona muy especial, con una intuición muy particular, un gran compañero y mejor actor", ha elogiado Ana sobre su compañero, que empezó la carrera de arquitectura pero pronto se dio cuenta de que no era lo que quería, decidió probar suerte en Madrid y ahora es influencer y afronta su carrera como actor.

"Yo la primera toma de contacto con Madrid la tuve como DJ y fui viniendo cada vez más y hace seis años que hice mi círculo y gracias a las redes sociales me quedé aquí", cuenta sobre su cambio de rumbo. Además, ha contado con humor una divertida anécdota como principiante en un rodaje.

Ana ha reconocido que sigue en las nubes tras haber trabajado bajo las órdenes de Alejandro Amenábar "porque ha sido todo muy increíble" desde los castings hasta el momento en el que le llamó su representante "con un grito continuado" de emoción para comunicarle que estaba dentro de la serie.

Álvaro no pudo controlar los nervios en su primera reunión con el director para hablar sobre el proyecto y no era capaz de dejar de temblar: "me preguntó que quería beber, le dije que un vaso de agua y no podía levantarlo porque me temblaba mucho la mano".