Alcaraz ha alcanzado el número 1 del ranking ATP mundial y ya es el más joven en lograrlo, algo que no se cree: “aún no me he parado a pensar que soy número 1, que he ganado el US Open y no he tenido tiempo de parar y asimilar. Va a costar unos días asumirlo”.

Sostiene que “es muy difícil llegar, pero lo es más mantenerlo. Si me lo quitan lucharé por volver a conseguirlo y si no, lo haré porque no me lo quiten”. Tiene la cabeza en su sitio y afronta esta bonita etapa en su carrera con humildad y responsabilidad.

No le preocupan las expectativas de los seguidores del tenis o si le van a reconocer más: “voy a seguir siendo el mismo con las mismas personas”. Ha conseguido llegar a lo más alto tirando bolas imposibles y contagiando su energía.

“Obviamente, te da mucho más gusto cuando haces una bola imposible, como el golpe por detrás de la espalda. Hay bolas que estoy seguro de que van a entrar conforme lo he sentido en la raqueta y cómo le he pegado y otras que sufro por si no llegan”, ha confesado el actual mejor tenista del mundo.