Adolfo no entiende por qué le ha ocultado durante tantos años que es el padre de Raúl: "no tenías derecho a arrebatarme a mi hijo. ¿Qué clase de mujer le niega a su hijo el amor de su propio padre?".

Germán le abrió los ojos a Carmen poco antes de morir y le dijo que sabía que él no era el padre biológico de Raúl, una realidad de la que ella había huido durante demasiado tiempo hasta que llegó ese momento.

"No tenía fuerzas. Te lo ruego, hazlo por Raúl porque sabes que está sufriendo y si esto se hace público sería el fin de mi familia y tú no tienes derecho a arrebatarle eso aunque no sea justo ni pueda exigirte nada".