"En mi caso, como fue una pelea contra el reloj el poder conseguir estar allí, estuve más tiempo confinado, estar a tiempo en el rodaje hizo que estuviera feliz. Para mi cada minuto ha sido un auténtico privilegio, porque yo venía de una bola extra después de la quimio", ha celebrado Dani.

Confiesa que ha pasado por todos los sentimientos posibles, que tuvo todas las sensaciones y pasó miedo, pero ahora "a toro pasado, habiéndolo superado tengo una sensación de gratitud. Cuando te pasan este tipo de cosas y las superas la vida se te torna de un cristal distinto y de colores mucho más chulos".

"Ha sido como subir una montaña muy dura, que no sabes si vas a llegar, pero cuando llegas a la cima las vistas son las mejores del mundo. Ahora tengo mucha gratitud de que la vida me haya enseñado una lección tan grande, porque todo lo valoras más. Para mi ahora cumplir años, meses y días es una suerte", ha relatado.