El equipo de World Central Kitchen, la organización sin ánimo de lucro fundada por el chef en 2010, ha servido más de 30 millones de kilos de comida, ha transportado más de 4 millones y medio de kilos de alimentos, tiene una red de más de 440 restaurantes y caterings implicados y asiste a más de 100 campos de refugiados en Ucrania.

"En estos lugares en los que la gente se queda desprotegida, después de lo que han vivido que, como mínimo, no les falte la comida hay que solventarlo. Lo que he hecho sobre todo es aprender para ver cómo podemos activar cada día más rápido esta ayuda humanitaria llevándole comida al que le falta y agua al que tiene sed", ha clamado.

Para él, acabar con el hambre en el mundo es posible, porque se producen muchos alimentos, pero se habla de que "un 30% de los alimentos se desperdician": "tenemos que empezar con soluciones más pragmáticos y estar al lado de la gente que lo necesita. Yo considero que es posible, pero tenemos que comprometernos todos mucho más".