"Lo único que puedo decir es que siendo quien eres es cuando inspiras a la gente y creo que al final, si eres diferente, tienes que empoderarte y tirar hacia adelante con ello para cambiar las cosas", ha reflexionado la artista. Se dio cuenta cuando empezó a pesar la comida y estaba "débil", algo que preocupaba mucho a su familia al ver el cambio físico en las fotografías que les enviaba.

Aunque las personas de su entorno intentaban ayudarle, el hecho de escuchar y leer comentarios en los que le decían que "estaba increíble", le hacían tener sentimientos encontrados: "lo pones en una balanza y te preguntas qué te importa más. Con mucho cariño y estando un tiempo en casa entendí que tenía que cuidarme y quererme más".

En Los Ángeles se apuntó a muchas escuelas de baile y "eran unas cinco o seis clases de una hora y media", todo el día bailando y a la vez que quemaba calorías no comía, pero todo eso ya ha cambiado. Ahora ya no cuenta las calorías y reconoce que su plato favorito, aunque parezca simple, es pan con aguacate y aceite.