El bebé estresado es nuestro primer protagonista y es que aunque no puede parar de llorar, sus padres encuentran el mejor remedio y con un artilugio para masajes en la cabeza hacen sonreír a su pequeño.

Otro pequeño quiere comer una manzana, pero en su casa no hay ni rastro de esa fruta y decide apostar por una cebolla. Aunque su cara lo dice todo, sigue comiendo sin problema.

A veces hay máquinas que son a la vez el problema y la solución, como el camión con camilla que primero atropella a la multitud y luego se los lleva como clientes.

Terminamos el repaso con la profesora de zumba con más ritmo y menor edad. Toda la clase le sigue y ella no deja de sorprender a las alumnas.