Los músculos de silicona ahorran tiempo de esfuerzo en el gimnasio, pero la naturalidad y comodidad de estas aplicaciones son muy cuestionables y mucho más si nos subimos a un columpio.

El lifting estira la piel y a veces, demasiado. Si nos pasamos de rosca, podemos llegar, incluso, a dejar de expresarnos con naturalidad si estamos tristes, preocupados o agobiados.

Si decidimos acudir a Turquía a ponernos pelo, tenemos que investigar de dónde procede y a quién pertenece, para no dejar a nadie calvo con la operación cambio de look que nos han propuesto.