Mario ha destacado lo importante que era para él dirigir una película, ya que "hacía tiempo" que quería hacerlo, además de reforzar que tenía claro que "tenía que ser Óscar el actor protagonista", aunque ha bromeado sobre la idea de que en casa no hubiera gustado que optara por otra opción, si elegía a otra persona para el papel principal.

Óscar ha destacado cómo ha sido rodar con su hermano mayor como director y reconoce que había cierto miedo, porque quería demostrarle el compromiso y "no defraudarle": "Me pasó el primer día y casi hasta el final del rodaje, un intento de no defraudarle, de un miedo constante a fallarle y creo que eso nos ha acompañado a los dos en el viaje".

A la pregunta de quién es mejor actor en su etapa joven, Mario ha querido dejar claro que para él, su hermano le da "3.000 patadas con esta peli", aunque Óscar cree que él parte con ventaja al haberle tenido como espejo y coach, haber aprendido desde pequeño cómo es la profesión y cómo funciona el cine. ¡Dale play!