Una caravana es un vehículo muy grande y para conseguir el hito era necesario una excavadora de 15 toneladas y media y le han sumado como superficie de contacto una placa de acero de media tonelada.

Toda la potencia de la máquina ha ido empujando y para evitar que traspasara el vehículo han colocado una gran estructura para que actúe como contrapeso y lograr el objetivo final del experimento.

Además, la excavadora ha tenido que dirigirse hacia la caravana en paralelo para hacer la misma fuerza y el resultado es alucinante. Las ruedas han quedado intactas, pero el resto de la estructura totalmente destrozada.