En el Festival de Benidorm, que ganó Julio Iglesias en el año 1968, explicaban cómo el artista iba para futbolista pero como consecuencia de un accidente había reconducido su carrera hacia la música y la abogacía.

Concha Velasco vio de cerca cómo nacía el mito de Julio y ha aplaudido "el talento" y que "nos ha dado a conocer en el mundo entero", además de "su manera de cantar" que hico enloquecer a sus fans.

"Julio cantaba y encantaba y es que ibas a ver uno de sus conciertos y las mujeres se volvían locas. Tenía algo que era especial y se convirtió en el número uno de la música española", destaca Manuel Sánchez, exmanager de Camilo Sesto y amigo de Julio.