Lizeth Real sufrió un contratiempo cuando le dijeron que los boletos que le regalaron por su cumpleaños para ver a Carlos Rivera no eran válidos y consiguió otros dos en el día del concierto, pero lo que no se imaginaba es que iba a conocer a su ídolo.

Su novio le acompañó al camerino del artista, pero ella no sabía que él estaría allí y al verle no pudo ocultar su emoción. En ese momento, vivimos una pedida de mano en vivo con Carlos Rivera como padrino.

Estamos seguros de que Lizeth y su futuro marido nunca olvidarán esta sorpresa y su amor seguirá brillando con la luz de las estrellas de este festival en el que los sueños se hacen realidad. ¡Viva los novios!