A Belén Aguilera y Natalia Lacunza les cuesta identificarse como referentes, porque la segunda considera que son "caóticas por dentro", pero entienden que esa es la realidad y hay muchas personas que les siguen y para las que son un espejo, muchas veces, en el que mirarse.

Para Belén estar en Starlite es sinónimo de "éxito", "glamour" y "algo que nunca veía que fuera a pasar porque es un festival tan grande y con artistas de éxito internacional, que cuesta asimilarlo", pero qué bonito es que los sueños se hagan realidad.

Lacunza ha convertido sus canciones y su manera de entender la música en su mejor carta de presentación y Aguilera reconoce que nunca ha vivido su carrera como un "boom" y se define como "constante", lo que le ha hecho crecer poco a poco.