Su pintor, Alberto Rodríguez, nos ha mostrado mucho más y hemos disfrutado de un auténtico espectáculo visual y el primer contacto ha sido con un cuadro convencional: "Todo lo que pinto y todo lo que trabajo es en aquello que conozco y hace años estuve con un amigo dando comida a gente sin hogar y conocí a este señor, ingeniero, que terminó en la calle. A los días volví y había fallecido, algo que me marcó y artísticamente quieres contarlo".

Encontrar esa manera de mostrar esa historia, con la muerte de su protagonista y un triste final, es complejo y es cuando entra en escena la luz, proyectándose sobre el lienzo y descubriendo elementos que antes no podíamos percibir a simple vista. Gracias a ese movimiento de la luz y la realización, vemos con claridad la otra capa.

"Son muchas capas y depende de lo que se vaya a contar, el cuadro y el mensaje se van trabajando esas capas según la complejidad. Yo siempre opino que la técnica no es lo más importante, sino el mensaje, porque antes o después yo abandonaré esta tierra pero esto perdurará, así que la técnica es la herramienta y lo importante es lo que la gente vibra después", ha explicado el artista.