Lo presentan como el "animal robótico de compañía más realista y asequible", muy parecido a un cachorro real y con movimientos similares.

Nos dicen que ha sido diseñado para "parecerse, sentir y comportarse como un perro de verdad", pero las emociones no son sustituibles.

También responde a nuestra llamada, reconoce la voz de su dueño y como dice Quique Peinado, "no hay que sacarle de paseo y darle de comer". ¿A ustedes les concence? ¡Nosotros nos quedamos con los reales!