"Esto es un vuelo directo al bosque del planeta Endor. ¿Alguien emocionado por ver Ewoks?", invitaba este padre a sus hijos a subirse a la nave, que además funcionaba y simulaba los movimientos, la iluminación y los sonidos.
Faltaba un colofón final, un villano que trajera el lado oscuro a la nave y así fue, espada láser en mano y con la voz distorsionada. Por suerte, aquí era fácil escapar del malo de la película y bastó con abrir la puerta del garaje para que todos salieran ilesos de allí.
El creador bien podría recibir el premio a padre del año, aunque Quique matiza "con dinero" y es que hacer algo así no está al alcance de muchas personas. Ahora, ha dejado el listón muy alto para pensar en cómo será el siguiente cumpleaños y qué sorpresa les preparará.